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Acelga

Rango de precios: desde 2,95 € hasta 6,45 €

Beta vulgaris var. cicla, la acelga, es una planta de la familia de las Amarantáceas. La acelga es una variedad de Beta vulgaris, al igual que remolachas, betarragas y betabel, aunque a diferencia de éstas es cultivada para aprovechar sus hojas en lugar de sus raíces. Las semillas entre estas variedades se confunden y es necesario etiquetarlas…

Plantación

Icono marco plantación

30x40x60cm

Ancho x Largo x Alto

Dificultad

Icono fácil
Icono difícil

Principiante

Temperatura

Icono frío
Icono calor

Óptima entre 16°C y 27°C.
Soporta entre 7°C y 37°C

Luz

Icono amanecer
Icono atardecer

Luz indirecta durante 6 horas

Riego

Icono riego

Regar cada 2-3 días con moderación

Cultivo

Icono calendario

Sembrar de Ene. a Dic..
Trasplantar de Ene. a Dic..
Cosechar de Ene. a Dic.

Definición

Una planta para todo el año

Beta vulgaris var. cicla, la acelga, es una planta de la familia de las Amarantáceas. La acelga es una variedad de Beta vulgaris, al igual que remolachas, betarragas y betabel, aunque a diferencia de éstas es cultivada para aprovechar sus hojas en lugar de sus raíces. Las semillas entre estas variedades se confunden y es necesario etiquetarlas bien cuando las guardemos.

Descripción

Es una planta herbácea bianual, (no confundir con bienal) cultivada como anual, con hojas grandes, de color verde brillante y nervadas. Los tallos (llamados pencas) son blancos, amarillos o rojos, según la variedad.

Algunas variedades de acelga exhiben pencas anchas y carnosas; en cambio, las raíces pivotantes de la acelga no se hinchan y presentan cierta dureza que no las hace apropiadas para el consumo.

Las acelgas acompañan bien los hervidos de patata, arroz y trigo sarraceno, y sus pencas pueden prepararse rebozadas o en bechamel.

Existen muchísimas variedades de acelga: de penca ancha, blanda, roja, finas y estrechas; de hojas verde oscuro, verde claro, rizada.

Es una planta autóctona de la cuenca mediterránea y se asilvestra con facilidad, siendo frecuente hallarla en huertos abandonados, en los lindes de los caminos y en las cunetas; estas acelgas silvestres son algo más duras y exigen mayor tiempo de cocción, pero también son más sabrosas y nutritivas.

Taxonomía de la planta de Acelga

Tareas y sus beneficios

Consulta las tareas recomendadas para la planta de acelga junto con los beneficios actuales de temporada en octubre y con la fase lunar menguante.

Sembrar

Sembrar Acelga

En los climas templados podemos sembrar la acelga en cualquier época del año; en las zonas frías evitaremos su siembra en invierno, pues cuando las acelgas pasan frío en su primera fase de desarrollo, luego se espigan rápidamente, dando períodos de cosecha muy cortos. Podemos sembrarla en semillero protegido en febrero, y al aire libre a partir de marzo-abril, y trasplantarla cuando las hojas alcancen los 10-15 cm o cuando las plantas tengan seis a siete hojas. Las semillas tardan unos diez días en germinar. En épocas cálidas se pueden sembrar directamente en el suelo en golpes de dos o tres semillas; luego se clarean y se deja una sola planta. Debe sembrarse y trasplantarse en luna menguante, en días de hoja del calendario lunar.

Es temporada favorable para sembrar Acelga en Octubre.

Plantar

Plantar Acelga

No hay información destacable. Esta tarea se debe realizar como de costumbre.

Es temporada favorable para plantar Acelga en Octubre.

Cosechar

Cosechar Acelga

Se puede empezar a cortar las hojas más grandes y periféricas a partir de los treinta días desde el trasplante, o cuando su tamaño sea el idóneo para el consumo a que se desee destinar. Aunque en ciertos momentos no deseemos consumir acelgas -o tengamos demasiadas para su comercialización- conviene cortar regularmente las hojas periféricas para que rebroten las nuevas con mayor vigor; sobre todo, es recomendable cortar cualquier hoja que empiece a amarillear -las podemos dejar de acolchado en el mismo lugar-. Como la acelga suele florecer al segundo año de cultivo, podemos prolongar la cosecha escalonada de hojas de cien a doscientos días -según climas- y cortar la planta entera al final de su ciclo a la llegada de los fríos intensos.

Es temporada favorable para cosechar Acelga en Octubre.

Cuidados y enfermedades comunes

Cuidados especiales de la planta de acelga

Suelo

Suelo

Se adapta bien a cualquier suelo, siempre que sea fresco, mullido en profundidad y rico en humus.

Cultivo

Cultivo

Aunque la acelga sea una planta capaz de desarrollarse bien en medio de un herbazal, conviene que se efectúen binas (remover el terreno) y escardas (arrancar las malas hierbas) regulares, o un acolchado de paja o cualquier materia orgánica, que mantendrá mejor la humedad del suelo y al descomponerse nutrirá la planta

Clima

Clima

La acelga es resistente y se adapta a cualquier clima, aunque no soporta bien la sequías prolongadas (le gusta la humedad regular) y también sufre con la heladas. Para protegerlas del frío en los climas crudos, conviene cubrirlas con paja (para que estén en resguardo) o aporcar las pencas con tierra hasta la llegada del buen tiempo. Aunque puede vivir a la sombra, se beneficia de una buena exposición solar.

Abonado

Abonado

La acelga no es una planta muy exigente, pero conviene cultivarla en un suelo bien abonado y, aunque soporta bien el estiércol y el compost fresco, conviene que estos estén bien descompuestos. Tras cada cosecha, conviene ir aportándole compost maduro o añadir nuevas capas de materia orgánica. Cuanto más abonadas estén las plantas, más grandes serán las hojas de las acelgas.

Riego

Riego

En todas las fases de cultivo, la acelga necesita una adecuada y constante humedad, por lo que los sistemas de riego por goteo y los acolchados son muy aptos para su desarrollo.

Problemas

Problemas

Dado que la acelga precisa de una humedad constante, suele ser un buen hábitat para las babosas, por lo que estaremos atentos a mordiscos en las hojas periféricas, actuando contra ellas si consideramos que el ataque lo merece. También el exceso de humedad suele ser la causa de podredumbres en las hojas y tallos,así como de ataques de roya y de otras enfermedades criptogámicas, por lo que es conveniente vigilar la humedad superficial. Es conveniente arrancar y quemar las hojas afectadas y no trasplantar las plantitas que presenten manchas grisáceas o blanquecinas en sus hojas. Las hojas pueden amarillear excesivamente debido a una carencia de nutrientes. De no ser el caso por emplear un buen compost, podemos comprobar si se debe a la presencia de pulgones, que chupan su salvia; contra ellos podemos emplear el purín de ortigas, que dinamiza la salvia de las plantas haciéndola menos atractivas para los pulgones; tambien podemos utilizar insecticidas vegetales como el pelitre, la rotenona o el nim.

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